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Tríos, Cuartetos o Quintetos

 

Como su nombre indica, están compuestos por tres, cuatro o cinco personas. Según el Reglamento actual, los componentes de estas agrupaciones se acompañarán de los instrumentos musicales que crean oportunos. El repertorio está compuesto de Parodias Libres (Composición más genuina de estas agrupaciones), cuplés con sus correspondientes estribillos así como otras composiciones carnavalesas distintas a las anteriores. La música de los cuplés no habrá de ser necesariamente idénticas.

 

Se puede comprobar fácilmente cómo este tipo de agrupación carnavalesca, quizás en teoría la más humorista y grotesca, se ha sofisticado con el transcurso del tiempo y sobre todo con el rodaje en los escenarios de ese gran trampolín que es el Teatro Falla.

 

Volviendo a las raíces se puede afirmar que este tipo de agrupaciones es casi tan antiguo en Cádiz y tradicional como pudieran ser las murgas, ya que formaban normalmente con sólo siete componentes, o sea dos o más que un quinteto.

 

Ya en el último tercio del siglo XIX se tiene constancia que actuaban con frecuencia entre el numeroso público que se congregaba alrededor de las comparsas en carrozas o coros, por las calles y plazas de nuestra ciudad, alternando con romanceros, dúo y cualquier grupo de máscaras. Ejemplo de lo anteriormente expuesto podría ser  “Carando, Pelote, Chibiqui y Pelotito” en 1894.

 

En el siglo XX se sigue fomentando este tipo de agrupaciones. Podríamos citar a algunas de ellas que alcanzaron cierta notoriedad “Don Tancredo y Cia” (1901), “Los tres formales” (1913), “Araña, 

Concha Cortes y su secretaria” (1915), o “Don Currito y sus ayudantes” (1913).Pero fue durante la Segunda República, con los concursos celebrados primero en el Teatro Principal y luego en el Cómico, donde se “Institucionalizaría”, por llamarlo de alguna manera, lo que conocemos genéricamente en la actualidad por cuartetos, llegándose incluso a crear premios especiales para ellos. “Los oradores cómicos” con Salinas, Pepete, Bélica y el Mori, verdaderos artífices de la improvisación en 1933, obtuvieron un accésit, siendo comparados con las mejores murgas de ese año. Igual ocurrió en 1934 con “El trío de la época y vamos a desarmarnos”, que obtienen el premio especial. Este desbordante éxito de los tríos y cuartetos, que superaron esos años en humor a las mejores agrupaciones de otras modalidades, “obligó” en cierta manera a crear esa modalidad de “Cuartetos, tríos y duetos”, destacándose la participación de los “Pastores de la Tía Norica” y en el último carnaval republicano (1936) obtuvieron grandes éxitos “El Congreso se divierte”, “Los Kacharros mejicanos” y “Los Humoristas”.

 

Con la misma propiedad se podría afirmar que quien verdaderamente resucitó con éxito este tipo de agrupación después de la guerra civil, fue Manuel de Agustín, “El Carota”, convirtiendo sus cuartetos en todo un espectáculo difícilmente superable en cuanto a gracia, e imaginación.

 

Pero en 1973 surge una innovación con “Don Mendo y sus Mendas Lerendas” de Manuel Rosales “Aguillo” y la colaboración de los hermanos Scapachini, Maza y el popularísimo Peña, convirtiéndolos 

en las más disparatadas, e inaugurando una nueva época dentro del cuarteto.

 

Archivo: Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz.

              Centro de Documentación.

 

Texto extraído de El Carnaval de Cádiz. Editado por la Delegación Municipal de Turismo – Comisión de Prensa y Turismo de la Fundación Gaditana del Carnaval. Año 1988. Diseño: Idea dos.

 

Colaboración de: Asociación de Autores del Carnaval de Cádiz.

 

Actualización: Eugnio Mariscal

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