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Las agrupaciones callejeras...o ilegales, o.....
Callejeras, ilegales, charangas, familiares.... tienen más nombres que un santoral y es, sin duda, a lo que menos se le parece. El Carnaval de Cádiz se vive en sus rincones. Una vez acabado en el Gran Teatro Falla el concurso -que llaman oficial- de las agrupaciones carnavalescas, las que no quieren -o no pueden- ir al mismo, se van a la calle, y ahí cantan sin ningún jurado que les limite el tiempo de un pasodoble, el ritmo de un popurrí o el número de componentes.
Por este motivo, durante los días de Carnaval te puedes encontrar una chirigota de 30, un cuarteto de ocho o un coro de quince personas, con los más disparatados tipos, y -en muchas ocasiones- con los repertorios más hilarantes que puedan escucharse en Cádiz. Es, según la mayoría de visitantes y muchos gaditanos, la esencia del Carnaval: lo espontáneo, o lo que parece espontáneo, pero que no deja de tener muchas horas de ensayos. Eso sí, siempre en un buen ambiente, entre risas y coplas. Eso se convierte luego en el punto, el golpe, el detalle que puedes encontrar en cualquier esquina a poco que pasees por los sitios "señalaitos".
En los últimos años han proliferado las callejeras de tal manera que difícil es andar más de cincuenta metros sin toparse con una en las horas de mayor animación por el barrio de la Viña y sus aledaños entre semana y por la Plaza de Abastos y sus alrededores los dos domingos y el lunes de fiesta. Llevando razón o no los que dicen que suponen uno de los mayores atractivos del Carnaval, lo cierto es que “ES MUY RECOMENDABLE NO PERDÉRSELAS”.
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