"Las Flores" 1928
"Los zapateros Criticones" 1930
"Los guardacalles del Norte" 1932
¿QUIÉN ES?
MANUEL LÓPEZ CAÑAMAQUE
APUNTES INCOMPLETOS DE SU VIDA Y SU OBRA
Manuel López Cañamaque, es el clásico por excelencia del Carnaval de Cádiz, es el Cervantes carnavalesco. Es junto Agustín González, Antonio Martín García y Juan Rivero Torrejón, el autor más prolífico del carnaval gaditano, llegando a escribir hasta ocho agrupaciones en 1935. Había nacido en Cádiz el 6 de mayo de 1882, en el número 28 de la calle Pasquín. Desde pequeño sintió una gran inclinación por la música, quizás influenciado por los tangos alegres del Tío de la Tiza. Su padre le regaló una bandurria, instrumento que llegaría a tocar en la estudiantina del Centro Obrero de la Compañía Trasatlántica, dirigida por el profesor de violín D. Antonio Rivas Ruiz, donde alcanzó
un gran dominio de la misma.
A principio de siglo participa con la Rondalla en los carnavales. En el año 1905, Antonio Rodríguez “Tío de la Tiza”, le llama para que participe en la orquesta de uno de los coros más famosos de nuestros carnavales “Los Anticuarios”. Manolo sentía un gran respeto y admiración por “El Tío de la Tiza”, de hecho, alguna vez confesó que su maestro había sido Antonio Rodríguez.
Era de un carácter inquieto y de una independencia extrema, aventurero y bohemio, las normas y los horarios no estaban hechos para él. Debido a esta forma de ser, muchas de sus actividades profesionales fueron efímeras. Desde vendedor de carbón, a tranviario, para terminar más tarde dando clases particulares de bandurria en su propio domicilio de la calle Obispo Calvo y Valero, 65.
A partir de 1909 se dedica plenamente a la música, y con su amigo Joaquín Palomino, guitarrista, recorrían los establecimientos y cafés dando conciertos. Sería a partir de aquí, cuando Cañamaque se dedica de lleno a componer para el carnaval.
Empieza colaborando con otros autores y pone letra a: “Los Pierrots” (1910), “Los niños modelo” (1911), “Las grandes marcas del papel de fumar” (1912), en 1913 le pone música a la murga “Los Apaches Parisienses”, al año siguiente no sólo colabora en
la murga femenina “Las Petit’s Criollas”, cuya letra era de Palomino, sino que pone letra y música al coro “Los Trovadores”. En 1915 sacaría uno de sus coros más querido “Los Abanicos de Luis XV”, también puso la letra de “Los Gondoleros de Venecia”.
Manolo en estos años, colabora con autores de la talla de Juan Sevillano Soria y Juan Poce Gómez, sacando grupos como “Los Genios ó fuente misteriosa”, “Los espadachines escoceses” etcétera...
Por ser tan amplia su obra, tanto en letra como en música, recogeré las agrupaciones más sobresalientes: “Los Guardianes Montaraces” (1923), “Fantomas o la Banda de los 13” y ”Los Rampers Filarmónicos” en (1925), “Los Esquimales roenlandeses” (1926), “Los pelotaris” (1927), “Las Flores” y “Los Boxeadores de Pesos Pesados” en (1928), “Los Jefes Indios” (1929), “Charanga Lugareña” (1931), “Los Gauchos”, “Los Decapitadores” y “Los Guardacalles del Norte” en (1932), “Los Amos de Cádiz”
(1933), “Los Vendedores de Erizos” y “Los Quitapelusas” (1934), “Los Pamplis”, “Los Cocheros”, “Los Gitanos Lañaores” (1935), “Los Cazadores Inofensivos”, “Los Silleros”, “Los Fantasmas de ...(1936).
Cañamaque paraba en una tienda ó bache llamado la “Tienda de la Cabra”, en la calle Libertad, allí se reunían muchos comparsistas que normalmente salían con él, y también
en la Viña, donde tenía el otro grupo estable. Estos grupos eran las auténticas murgas o chirigotas gaditanas, interpretaban el tipo con ademanes grotescos y pamplinosos, haciendo reír al mismísimo Castelar.
Comprometido con su tiempo, Cañamaque tomaba partido en sus letras, defendiendo la democracia y aquellos valores que consideraba básicos para la libertad. Defendió a la
clase trabajadora, criticó y satirizó a la clase política cuando ésta no cumplía con sus promesas, denunció la hipocresía social y la defensa de privilegios en base a cualquier ideología.
Sus inquietudes literarias, le hicieron participar en el año 1926 en un concurso de cuentos que organizaba la revista gaditana gráfica de literatura y actualidades “Bromas y Veras”, un cuento que él titulaba “Un Testamento Curioso”, no consiguió el premio,
pero se lo publicaron en la revista en el mes de agosto de 1926, como el quinto recomendado.
Tras la prohibición del Carnaval, Manolo Cañamaque vuelve en 1948 y escribe “Piñata gaditana” y “Los Chicucos”. Su avanzada edad limitaría sus últimas creaciones. En 1949 le pone letra al Coro “Los Arrumbadores” y letra y música a la Chirigota “Los Nicanores de papel”. Sigue escribiendo para coros y chirigotas, “Los Salineros” (1950), “Los Náñigos” (1950), “Los Sonámbulos” (1950), “Reaparición de Los esquimales Groenlandeses” (1951, “Los vendedores de prensa” (1951), “Los Guerreros del Castillo X” (1952), para terminar en 1953 con un conjunto infantil femenino llamado “Las Castañuelas”.
Manuel López Cañamaque, fallecía en Cádiz el día 30 de agosto de 1953 a los 71 años de edad, en su casa de la calle Navas Nº 20. El bueno de Manolo, que había hecho reír a tantos gaditanos con sus letrillas, falleció pobre y casi olvidado.
Texto: Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz.
Centro de Documentación.
Dibujo: Juan Muñoz.
FUENTES:
.- Datos extraídos del libro número 12 de la Colección Autores del Siglo XX. Autores:
José López Prats, José Vázquez Aragón y Eugenio Mariscal Carlos. Depósito Legal CA
23/07.
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